NUESTRA TECNOLOGIA

Por la Originalidad en la Extracción

El dióxido de carbono supercrítico (sCO2) es el fluido más utilizado para el proceso de extracción de fluidos supercríticos (SCFE) en todo el mundo. El sCO2 no solo es capaz de extraer los ingredientes requeridos en su forma prístina, la razón principal de la creciente popularidad de SCFE, sino que también hace que el proceso sea más manejable, económico y seguro.

Cada vez más, los clientes conscientes de la salud le dan más importancia a los ingredientes naturales en los productos alimenticios, farmacéuticos, de bebidas y nutracéuticos que consumen.

Los procesos alternativos, como la extracción por solventes y la hidrodestilación, dejan residuos nocivos. Además, distorsionan el ingrediente que se extrae. Es decir, el ingrediente no conserva su pureza natural. Las regulaciones se han puesto al día con la demanda pública e imponen condiciones estrictas para garantizar la calidad y la seguridad de los productos al limitar los residuos tóxicos. Una razón más para confiar en CO2 SCFE.

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¿Qué hace que el dióxido de carbono supercrítico (sCO2) sea un solvente SCFE excepcional?

El dióxido de carbono y el agua son los fluidos supercríticos más utilizados. El sCO2 es un fluido supercrítico tan útil porque:

• Tiene una temperatura crítica de 31.10C, que está alrededor de la temperatura ambiente mejorando su compatibilidad con compuestos sensibles a la temperatura;

• Tiene una presión crítica más manejable de 73,9 bar;

• Es no inflamable y no tóxico;

• Tiene una densidad personalizable para mejorar su poder solvente;

• Está disponible en grandes cantidades y en forma pura; y

• Tiene un costo comparativamente bajo.

Aunque el CO2 es un gas de efecto invernadero (GEI), el proceso SCFE que utiliza CO2 se vuelve ecológico si el gas se captura de la atmósfera y se recicla.

Extracción de fluido supercrítico de dióxido de carbono (CO2 SCFE)

La extracción con solvente emplea solventes orgánicos para disolver el ingrediente de la materia prima. Posteriormente, separa el solvente orgánico del ingrediente disuelto. El problema es que los solventes orgánicos no se disocian completamente del ingrediente y dejan residuos. 

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